miércoles, 25 de enero de 2012

Azarias


   Pensaba escoger esta escena con parte de su proceso previo pero al final he preferido obviarlo. ¿Para qué? Quienes la han visto saben y en mayor o menor grado recuerdan que hay sobrados motivos para que ocurra. Lo que me llama la atención es verme, como sospecho la mayoría de espectadores, deseando que se lo cargue, en definitiva que Azarias mate a su amo. Claro no soy yo quién lo hace, es Azarias. Yo no lo haría, me digo, pero cómo lo deseo. Bueno pero es que me han estado motivando durante toda la película. ¿Cómo? ¿Las humillaciones a las que les somete el amo son el motivo suficiente?
    Insisto en que no hay modo de controlar o retirar estas interrupciones pese a que resulte casual que también estemos deseando que este capullo se suicide y sin embargo, zas, cae un sapazo y se salva.
  Esos deseos los tenemos todos, pero solo los llevan a cabo los homicidas. A mi me han entrado ganas, pero eso no significa que... Ni aún siendo el mismo Azarias yo... Solo es una película. Las ganas no matan ¿no?  
¡Además es Paco Rabal y ni siquiera se lo ha cargado en realidad! ¿No? 

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