martes, 28 de febrero de 2012

¿QUIÉN ESCUCHA? - WHO IS LISTENING?

¿Quién escucha?
Este Blog es público 
y está hecho para comunicarme 
con quienes deseen hacerlo. 
Ese es su sentido y finalidad. 
Si esa comunicación no resulta, 
el motivo no importa, 
pero pierde su sentido: 
escribo en mis blocs de toda la vida, 
evitándome el esfuerzo y las expectativas 
que genera un trabajo de cara a otras personas.

Así que vosotr@s veréis, 
yo lo tengo claro, 
publico, comentáis qué os parece y respondo 
o no publico, no comentáis y no respondo, 
me dedico a mis blocs 
y aquí paz y después gloria.

   Salud y vosotr@s mism@s.

Los Blogs se alimentan 
de comentarios, 
buenos y malos, 
pero comentarios, 
firmados y anónimos, 
pero comentarios.
¿Quién escucha?


¿Quién escucha?
Who is listening?

This blog is public 
and is made to communicate 
with whom they want to.
That is the meaning and purpose.
If that communication is not,
no matter the reason,
but loses its meaning:
I write in my lifetime pads,
avoiding me the effort and expectations
which generates a working face others.
So you will see,
I have it clear,
public, expound it what you think and respond
or not public, not expound it and do not respond,
I do my pads
and peace here and then glory.
Health and up to you.

Blogs feed
Comment,
good and bad,
but comments,
signed and anonymous
but comment.
Who is listening?


I'm on my way, it's you I turn to 

How many days have I to love you 
I got to say this is inside me 
I've got to have someone to guide me 
Hate it when you leave, hate it when you leave 
Hate it when you're leaving me 
You're everywhere I go 
Even though you're miles away 
But I see, see you face everyday 
Ooh and I love, I love it 
It's a hard game you play 
Hate it when you leave, hate it when you leave 
Hate it when you're leaving me 
It's killing me 
No arms around me 
Living this way, so underhanded 
I gotta make you stay 
I gonna habit 
Hate it when you leave, hate it when you leave 
Hate it when you're leaving me

Who is listening?








sábado, 25 de febrero de 2012

Llamamiento en defensa de la sociedad y la democracia en Grecia


El Lado Oscuro del Corazón - Dos

¡¿Segundas partes?!¡Qué horror cuando ya nada queda!
 No me conformo. ¿Por qué habría de conformarme? No me conformo ni vuelvo a salir de mi cama
 ¡Que la vida venga a mi! ¡No voy a salir a buscarla! 
Y sino, mejor ¡Que se muera! 
Me refugiaré en las entrañas del limbo, donde la mar y el viento, aún me consuelan.


Al menos he vuelto a amar a Nacha      ¡Que ganas de cesar al escucharla por primera vez! 
¿Que no volveré a romper en llanto ni se irán tiñendo de color las rosas? 
Son patrañas sí, no hay tiempo de ser hidalgo. 
Claro que me espanta la ciudad y claro que es tóxico este vino, 
pero quizás no he padecido bastante aún.  Yo soy honrado sí y estoy aterrado sí, claro  y he dejado 
atrás el lado oscuro de un corazón que ha dejado de ser mío para ser otro, en el camino encuentro a mi primo hermano italiano y también le amo   como las 65 palabras, como cuantas tenga que pronunciar antes de   y de   y de 

  maestro fue lo primero que quise ser...y lo hubiera sido como Roberto o como otro maestro de cine que recuerdo enseñando el Tiempo. Era en Sweet Movie, no creo que lo encuentre, pero lo busco... imposible, pero os dejo la entrada del barco 


Aún esta empezando pero es más amable


Qué agradable sería la vida...


"Qué agradable sería la vida si concluyera un poco antes de la muerte"
Adolfo Bioy Casares



  Que me estoy enloqueciendo por falta de interlocutor es tan obvio que decirlo no puede ser más que un reclamo.
Rota, roto, juguetes rotos, mentes rotas que derivan sin arreglo ni deseo, miento, anhelando el desguace para ser otros.
    
Con todo, sigo prefiriendo morirme.    No morir en vida, no, morirme.






Voy a ver El Lado Oscuro del Corazón 2, luego te encuentro.

 
Este lo olvidé, pero me encantaría encontrarme con esta situación.


Aunque a veces la poesía me salve, no quiero salvarme. ¡Qué voluble soy! ¡Qué ingenuo! Quince mundos (yo escribí minutos, lo prometo) de película y ya, no lo quiero, 
solo deseo estar vivo, 
que no es poco, 
salir de esta UVinfierno 
y sentir de nuevo que tengo ganas,                                                                                  muchas ganas. 
Lo digo por no joder, 
pero también lo siento. 
Quiero que muera él, no yo. 
                                                                                      Ese que fui y aún sin querer, soy. 
¡Muérete cabrón!









jueves, 23 de febrero de 2012

Las vírgenes suicidas


  Coloco aquí este artículo porque me ha parecido muy interesante en muchos sentidos. La película, primera que dirigió Sofía Coppola, me impactó al verla cuando la estrenaron y todavía hoy me sigue revolviendo cuantas células habitan mi cuerpo. De no haberla visto, la podéis ver completa en Tutub.
Son cinco guapas hermanas, de 13, 14, 15, 16 y 17 años, que en apenas unos meses deciden quitarse la vida. Nos cuentan su historia los chicos del barrio que las vieron crecer. Han jugado con ellas en calles y parques, han sido sus compañeros de clase y sus primeros amores y no pueden entender qué les ha llevado a tomar una decisión así. La noticia de su muerte marca sus vidas para siempre. Veinte años después todavía siguen hablando de su misterioso y terrible final. Conservan informes médicos y policiales, fragmentos de diarios, fotografías, restos de aquel mundo que compartieron con ellas, y cuando se reúnen hablan de lo que pasó y tratan de entender la razón que las llevó a suicidarse.
Se trata de la primera película de Sofía Coppola, basada en la novela del mismo título de Jeffrey Eugenides, uno de los más grandes escritores norteamericanos actuales. Las vírgenes suicidas es una obra llena de humor y ternura, que indaga en el secreto de la feminidad, el deseo y la muerte; una novela sobre esa belleza indisociable del dolor que es uno de los misterios más hondos de la existencia humana. En una de sus primeras escenas el doctor visita a Cecilia, la pequeña de las hermanas, después de su primer intento de suicidio, y le pregunta: “¿Qué haces aquí, guapa? Si todavía no tienes edad para saber lo mala que es la vida...” La respuesta de la niña no se hace esperar. “Está muy claro, doctor, que usted nunca ha sido una niña de 13 años”.
Los hombres  actuales viven sin apenas poner límites a sus deseos, y sin embargo pocas veces han tenido menos cosas que contarse
La película de Sofía Coppola habla de esa eterna disociación entre la realidad y el deseo que no ha dejado de torturar a los hombres, y que es sin duda el descubrimiento más doloroso a que se tienen que enfrentar los adolescentes en su tránsito hacia la edad adulta. Todos deben aceptar que esa vida a la que se encaminan es demasiado estrecha para albergar los anhelos que albergan en su interior. Tal es la enseñanza de la película de Sofia Coppola: la muerte de las tiernas vírgenes no se debe a un rechazo de la vida sino a un exceso de amor. Aman tanto la vida que no pueden soportar la idea de que esa verdad que ocultan nunca llegue a ser real.
Walter Benjamin dice que uno de los problemas del mundo actual es la pobreza de la experiencia. “Así como fue privado de su biografía, escribe Giorgio Agamben glosando al autor alemán, al hombre contemporáneo se le ha privado de su experiencia: más bien la incapacidad de tener y transmitir experiencias quizás sea uno de los pocos datos ciertos de que dispone sobre sí mismo”. La banalidad de nuestra vida se confunde con la banalidad de gran parte de la cultura y el mundo que nos rodea. Viajamos sin descanso, acudimos a museos y exposiciones, leemos libros que compramos precipitadamente en las librerías de aeropuertos, estaciones y grandes almacenes, para abandonar al momento en cualquier rincón, asistimos a grandes eventos deportivos, pero nada de esto tiene el poder de cambiarnos. Regresamos de nuestros viajes cargados de fotografías que nada significan; las lecturas pasan por nuestra vida como las hojas vanas de los calendarios; abandonamos las salas de los museos tan ciegos y somnolientos como habíamos entrado; y pasamos de unas historias a otras sin que ninguna deje en nuestros labios unas pocas palabras que merezca la pena conservar. Para enfrentarnos a ese vacío, nos hemos rodeado de expertos, comentaristas y guías de todo tipo que nos dicen cómo debemos comportarnos. Hay guías turísticas, de lectura, guías sobre cómo enfrentarnos a nuestros fracasos sentimentales. Si vamos a una ciudad, nos explican los itinerarios que tenemos que seguir; si entramos en un museo, los cuadros ante los que debemos detenernos; en nuestra vida afectiva, cómo evitar el sufrimiento; si se trata de nuestros hijos, cómo comportarnos para que nos dejen dormir. Todo debe ser fácilmente sustituible, nuestras lecturas, nuestros amantes, las ciudades que visitamos, las salas de los museos. Los hombres y las mujeres actuales viven sin apenas poner límites a sus deseos, y sin embargo pocas veces han tenido menos cosas que contarse. La ausencia de relatos define su convivencia, y la política actual es el ejemplo más visible de esta dolorosa carencia. La crisis de la cultura del relato oculta, una crisis más honda: esa pobreza de la experiencia de que habló Benjamin. Y la experiencia tiene que ver con la palabra y el relato, pues vivir es encontrar cosas que contar y compartir: el cuento de nunca acabar. La literatura es el trabajo de la ostra: toma un instante en apariencia banal y lo transforma en algo que tiene el poder de revelar lo que somos. Por eso dice Proust que “la verdadera vida, la única vida realmente vivida es la literatura. Gracias a ella se nos revela el mundo. Sin la literatura, nuestra propia vida nos sería desconocida”.
¿Qué es la ficción sino el esfuerzo de explorar la verdad?
Los griegos tenían dos dioses del tiempo: Cronos y Kairós. Cronos era el dios del tiempo cronológico, cuantitativo, el tiempo de los calendarios y de los días que se suceden sin destino. Kairós, el dios de lo vivido, de los instantes únicos. La cultura tiene que ver con este dios de la experiencia del momento oportuno. El alma de un pueblo está en los relatos que guardan la memoria de tales momentos de epifanía. Troya es la locura visionaria de Casandra, el temblor de Paris en los brazos de Helena, la desesperación de Príamo ante la muerte de Héctor. Es un mundo que ha dejado de pertenecernos, y basta con ver los monumentos que presiden nuestras calles y plazas. Generales de dudosa reputación, políticos rancios, alegorías simples, escritores y pintores sin demasiado interés: un mundo cuyas historias nadie recuerda, es todo lo que tenemos. Para volver a hablar necesitamos recuperar la memoria de los bellos relatos. Sherezade, así, podría tener una estatua a la entrada de las bibliotecas; el capitán Achab, en las dársenas de los puertos; y Eros y Psique, en las zonas más umbrías de los parques. La figura de Tom Sawyer podría acompañar a los adolescentes en sus paseos en barca, y la de Mowgli a las familias que van al mercado a comprar. “Tenemos la misma sangre tú y yo”, les decía el niño lobo de El libro de la selva a los animales. Se me objetará que son personajes de ficción, pero ¿qué es la ficción sino el esfuerzo de explorar la verdad? El hombre no puede alimentarse sólo de realidad. Necesita relatos que le permitan transformar las pequeñas circunstancias de su vida en algo significativo y precioso que pueda compartir con sus vecinos. Por eso es tan decisiva la cultura. Si la comparamos con una hoguera lo que importa, como decía Benjamín, no es hablar de la madera que la alimenta sino del misterio de la llama que la hace arder. Sólo ella “custodia un enigma: el de la vida”. Avivar esas llamas es lo que necesitamos. Lejos de los magnos eventos, de los congresos anunciados a bombo y platillo, de las inauguraciones llenas de autoridades somnolientas y de los tristes manuales de autoayuda, la verdadera cultura es algo tan simple como preguntarse qué oculta el corazón de una niña de 13 años.


Gustavo Martín Garzo es escritor.

martes, 21 de febrero de 2012

¿Cómo se llama esto? 3

Si el viernes, día 30 de diciembre, el consejo de ministros del Partido Popular (PP) 

acordó rebajar un 20 por ciento la subvención a los partidos políticos y a los sindicatos,

para ajustar el déficit fiscal, pedimos que se le retire también la subvención de 1000 millones de Euros 

a la Iglesia Católica.









Fuente: de mi pueblo


FIRMA                             


 


                          Liga Árabe: Salven Vidas Sirias

    

FIRMA 




A los miembros de la Liga Árabe y a los "Amigos de Siria":


Ciudadanos de todo el mundo cuentan con su liderazgo para ponerle un ALTO al régimen asesino de al Asad. Les pedimos que logren un acuerdo en Túnez para:


APOYAR AL CONSEJO NACIONAL SIRIO (CNS): Reconocerlo como el representante legítimo del pueblo sirio, y ayudarlo a ser una entidad fuerte, representativa e inclusiva que lidere eficazmente la transición a la democracia;


ENDURECER LAS SANCIONES: Cerrar las lagunas jurídicas que permiten la financiación y armamento de la represión sangrienta por parte de al Asad;


GARANTIZAR AYUDA HUMANITARIA: Asegurar que suministros médicos y alimenticios esenciales sean entregados a quienes lo necesitan desesperadamente;


PROTEGER A LA POBLACIÓN CIVIL: Comprometerse a crear una zona segura para civiles, y tomar las medidas necesarias para garantizar su seguridad;


Cualquier compromiso debilitado o nueva indecisión sólo servirá para darle al régimen de Asad licencia para seguir asesinando a su gente. Les pedimos que actúen ahora.

                  





   FIRMA